actividades en la Costa Brava
campos de golf
Enclavados entre el mar y las colinas, los campos de golf de la región ofrecen paisajes excepcionales, pero ninguno iguala al de Santa Cristina d'Aro, una auténtica joya verde en el corazón de la Costa Brava. Aquí, el campo serpentea entre pinos y alcornoques centenarios, en un ambiente tranquilo y luminoso. Cada hoyo parece haber sido diseñado para integrarse con el terreno natural, combinando técnica, estética y placer del juego. La gente viene por la calidad de los greens, pero se queda por la serenidad del entorno. Las mañanas son frescas, ideales para jugar con amigos o en solitario. El aire es puro, ligeramente salado, y el canto de los pájaros acompaña el swing. Para principiantes, se ofrecen clases impartidas por atentos profesionales. Se puede alquilar el equipo en el lugar y luego parar en la terraza para comer o tomar algo frente al campo de prácticas. Los demás campos de golf de la región no se quedan atrás, todos accesibles a pocos kilómetros. Es un destino perfecto para los amantes del golf que buscan un entorno natural y refinado.
Parque acuático
Cuando el calor aprieta, el parque acuático local se convierte en un oasis vibrante, un paraíso de toboganes, risas y frescura compartida. Ubicado a solo unos kilómetros, ofrece una impresionante variedad de atracciones para todas las edades, desde los más pequeños hasta los más mayores. Toboganes multicolores trazan curvas salvajes en el cielo, mientras ríos artificiales serpentean entre palmeras, chorros de agua y piscinas. La gente viene por la energía, la ligereza y, sobre todo, por la simple alegría de divertirse juntos. Los niños encuentran zonas adecuadas y seguras donde chapotear con confianza. Los adolescentes se deslizan a toda velocidad por los descensos más vertiginosos, gritando de alegría. Los adultos, mientras tanto, se acomodan en las tumbonas, con bebidas frías en la mano, observando el paisaje con una sonrisa relajada. El ambiente es familiar, dinámico pero no excesivo. Se puede comer allí, buscar un rincón a la sombra y prolongar el día sin aburrirse. Incluso medio día es suficiente para desconectar y recargar energía positiva. Este parque es un respiro alegre de la ajetreada rutina vacacional, un espacio donde el agua se convierte en un parque de juegos inolvidable.
Alquiler de bicicletas
Recorrer la Costa Brava en bicicleta es una forma diferente de viajar: más suave, cercana y vibrante. La región está repleta de senderos señalizados, caminos forestales, carreteras costeras y tranquilos caminos rurales, perfectos para un día de descubrimiento. En Platja d'Aro o Sant Feliu, encontrarás numerosos puntos de alquiler de bicicletas para todo tipo de ciclistas: desde bicicletas de montaña hasta bicicletas eléctricas, incluyendo modelos aptos para niños o para rutas largas. Desde el primer pedaleo, los paisajes se despliegan con un encanto especial: calas salvajes, campos de girasoles, fragantes pinares, pequeños pueblos catalanes que duermen bajo el sol. El ciclismo permite parar en cualquier momento, disfrutar de un café en una terraza, darse un baño o simplemente sentarse en un banco con vistas al mar. El esfuerzo es gradual, nunca brutal, y la sensación de libertad es total. Incluso los menos atléticos lo disfrutarán, especialmente con la asistencia eléctrica. La bicicleta se convierte entonces en la compañera de viaje ideal para explorar sin contaminación, sin ruido, lo más cerca posible de las emociones.
Paleta
El paddle surf es una de las formas más tranquilas e inmersivas de descubrir la Costa Brava. Desde primera hora de la mañana, cuando el mar está tan tranquilo como un lago, te lanzas de pie sobre tu tabla, remo en mano, deslizándote al ritmo del movimiento del agua. A tu alrededor, acantilados dorados se alzan majestuosos, los pinos parecen suspendidos en el aire y calas recónditas se abren silenciosamente. Te sientes pequeño, pero profundamente conectado con el entorno. El paddle surf no requiere ninguna técnica especial, solo un poco de equilibrio y mucha curiosidad. Los proveedores locales de Sant Pol o Tossa ofrecen alquiler de tablas, clases de iniciación o visitas guiadas. Solo, en pareja o en grupo, cada uno puede encontrar su propio ritmo y disfrutar. Los más aventureros siguen la costa, descubren cuevas marinas y se detienen a nadar en las aguas cristalinas. El paddle surf es un deporte suave, silencioso y sin motor que te permite reconectar contigo mismo tanto como con la naturaleza. Es una experiencia sencilla pero memorable, que querrás revivir una y otra vez.
SPA y masajes
Kayac
El kayak de mar es una aventura accesible para todos, ideal para descubrir las maravillas ocultas del litoral catalán. Saliendo de Sant Feliu, Tossa o Platja d'Aro, recorrerás la costa lo más cerca posible de los acantilados, en un silencio interrumpido por el sonido de tus remos. Cuevas secretas, calas salvajes y playas invisibles desde tierra se abren ante ti como tesoros. Guiadas por guías apasionados o por tu cuenta, las rutas son aptas para todos los niveles, incluso familias con niños. El agua es cristalina, a veces turquesa, y la roca cambia de color con la luz. Puedes parar para nadar, hacer snorkel o simplemente flotar en una bahía tranquila. El kayak te permite sentirte libre, descubrir rincones inaccesibles de otro modo, sin afectar a la naturaleza. Cada salida es diferente, dependiendo de la hora del día, el clima y el mar. Regresarás salado, bronceado y, a menudo, maravillado. Es un momento para vivirlo lentamente, con atención plena, entre el cielo y el mar. Un interludio salvaje pero a la vez apacible que deja una huella imborrable.
Regálate la esencia misma de la Costa Brava: naturaleza, tranquilidad, refinamiento.
Vía ferrata
La Vía Ferrata de Sant Feliu de Guíxols es una de las más espectaculares de Europa, y con razón: discurre por un acantilado sobre el mar, suspendido entre la roca y el vacío, con una vista panorámica del horizonte azul. Equipado con arnés y casco, se sigue una ruta segura compuesta por cables, peldaños y pasarelas. El esfuerzo físico está ahí, pero es accesible para cualquiera que no tenga miedo a las alturas. Acompañado por un guía experimentado o de forma independiente (según el nivel), se cruzan tramos verticales, puentes colgantes y se admira el magnífico paisaje bajo los pies. Es una mezcla perfecta de deporte, adrenalina y contemplación. El sonido de las olas resuena en la roca, el viento acaricia el pelo y el sol calienta la pared. Superas tus límites, sientes los latidos del corazón y emerges con más fuerza. Esta actividad ofrece sensaciones únicas en un entorno natural de una belleza impresionante. Un auténtico torrente de emociones, entre el mar y la montaña.
© viaferratacaladelmoli.com
Senderismo
Camino Verda
La Vía Verde es una antigua vía férrea transformada en ciclovía y sendero peatonal que une Girona con el Mediterráneo. Es una invitación a descubrir el interior de una manera diferente, al ritmo pausado y tranquilo de caminar o andar en bicicleta. A lo largo de más de 40 kilómetros, la ruta atraviesa pueblos pintorescos, huertos, campos de girasoles, bosques de encinas y pequeños puentes de piedra. El recorrido es llano, sombreado y accesible para todos, incluidas familias con niños. Ya sea en bicicleta o andando, podrá disfrutar de una profunda calma, lejos de coches y multitudes. Es un camino de libertad, descubrimiento y contemplación. Puede detenerse en una antigua estación de tren reconvertida en cafetería, recoger moras al borde de la carretera o escuchar a las ranas junto a un estanque. La Vía Verde conecta suavemente el interior con el mar, revelando el alma rural y poética de Cataluña. Ofrece un interludio pausado en un mundo a menudo demasiado rápido. Una aventura sencilla pero inolvidable.